La vida de un ser humano se compone de distintos elementos, emociones, experiencias, circunstancias, personalidades, etc., comprendo que existen diversos yo que integran a mi ser, si no los dejo expresarse, si no les permito comunicarse a través de mi alma, corro el riesgo de quedar mutilado espiritualmente, si reprimo lo peor de mí lo único que haré será alimentar y crear una atmósfera propicia para su desarrollo, si no me permito conocerme a mí mismo jamás lograré entrar en armonía con la energía cósmica que me rodea.
Sentado en el centro, la primera fase es identificar y reconocer todas las personalidades y emociones que me rodean, en primer lugar veo a mi yo triste, melancólico, aquél que no puede sonreír fácilmente y que cuando lo hace generalmente esboza una mueca falsa, tratando de esconder el dolor que lo embarga, la tristeza de su interior, la desesperanza acumulada...
Tratar de cambiar mi naturaleza humana sería un error, para bien o para mal soy una amalgama de emociones y personalidades, erradicar el dolor de mi alma, desterrarlo sería como amputarme, no hay razón de ello porque con dolor y tristeza me he forjado en la vida, y aun en sus características sombrías he encontrado en ellos la belleza que también poseen, así como un monstruo puede llegar a tener una hermosura inimaginable, también el dolor y la tristeza pueden darte momentos bellos que quedarán plasmados en tu vida, el dolor es un camino, no un fin, la tristeza es subjetiva, tal vez creas que estoy triste, cuando realmente mi felicidad ha transmutado en algo superior y que solo a través de mi tristeza se plasma.
El miedo a perder lo que más quiero es, muy probablemente, la más terrible emoción de las que integran mi ser, es un miedo que vive conmigo todo el tiempo, que se presenta en forma de un pensamiento veloz, es un invasor despiadado que llega a mí en el momento menos esperado, generalmente viene acompañado de otros intrusos como es precisamente el dolor, la desesperanza, el pesimismo, lo más peligroso de todo ello es cuando al enfrentarlos, como lo he hecho antes, sin primero comprender las causas de su existencia, se provoca el estado emocional más peligroso de todos y el que puede llevar a la destrucción total, estoy hablando de la ira.
Jamás he considerado que el amor sea ciego, lamentablemente no puedo decir lo mismo de la ira, la cual reduce al espíritu humano a una especie de energía sin control que destruye todo a su paso, sea bueno o malo, sea superfluo o trascendental, la ira si algo tiene es que no discrimina, arrastra sin miramientos y al final lo único que deja es destrucción, ruina y mucho, mucho dolor, lo cual es la semilla perfecta para que se cree un ciclo infinito de miedo-ira-destrucción-dolor.
Es aquí donde tengo que detenerme un momento y contemplo que, a una gran velocidad, se acerca a mí un concepto que siempre me ha intrigado, que he admirado en su momento y que me sedujo por todas las características que lo componen, estoy hablando del suicidio, esa acción tan estigmatizada por algunos y tan venerada por otros. Si bien creo que muchos suicidas se quitan la vida por temor, por cobardía, también creo que otros más lo hacen como un camino de elevación, como un sacrificio supremo por el cual su espíritu se libera de las ligaduras y ataduras corpóreas para alcanzar otro escalón espiritual.
Me pregunto ¿qué es más cobarde? ¿Quitarse la vida propia en un acto de autodeterminación y sacrificio, o destrozar las vidas de los demás escudados en el poder, en el dinero o en la tiranía? El suicidio es hermoso en cuanto a una expresión de determinación, de voluntad, aunque también tiene un lado no muy agradable que está representado de cierta manera en la renuncia a la fe y a la esperanza.
El suicidio es una respuesta a una circunstancia, aunque como todo en la vida, hay infinidad de soluciones posibles a distintos tipos de problemáticas, no me da pena mencionar que, en algún momento de mi vida, ha pasado por mi mente la idea del suicidio, sin embargo no es la respuesta que necesito en este momento de mi vida, no me da pena mencionar que en mí hay un yo suicida, que a grandes pasos se ha convertido en un yo amante de la vida, lleno de esperanza y de ilusión.
He aquí el punto importante de este viaje, que así como hay un lado oscuro en mí, lleno de dolor y de tristeza, también hay un lado luminoso, un sector que gracias a mi Diosa Jaguar ha logrado mezclarse con ese lado oscuro y han estructurado un nuevo orden espiritual en mí, donde viven tanto el dolor como el amor, la esperanza con el miedo, la paz y el pesimismo; la clave de todo está en el equilibrio, por un lado, sentado puedo ver como el amor y el dolor se fusionan para crear un estado emocional más profundo y con mayores raíces que si estuviera dividido en sus dos componentes, puedo percibir como el miedo y la esperanza se funden en un solo concepto en el cual ambos viven y comparten sus características, balanceándose por si mismo, no todo en la vida es amor, placer, pero tampoco todo es dolor, miedo, etc., todo está combinado, y en la medida en que dicha alquimia esté balanceada el equilibrio llegará a la vida.
¿Cómo obtener ese equilibrio? En primer lugar al aceptarse a uno mismo tal y como es, sin reproches ni ocultando nada, podrás mentirle a todos menos a tu propio ser, partiendo de ese punto lo demás consiste simplemente en un ejercicio de comprensión y dialéctica, donde al permitirle a todos tus yo conversar y contraponer puntos de vista vas encontrado la riqueza espiritual, y en el punto final, combinar lo bueno y malo que haya en tí para crear nuevos conceptos que balanceen tu propio ser.
Finalmente el estar al lado de mi Diosa Jaguar y servirle es lo que me ha permitido conocer esos pequeños detalles que desconocía de mi mismo, gracias a mi Diosa Jaguar y al recorrido que me ha llevado a través de la luz y de la oscuridad comprendo aspectos de ambos lados, no los niego ni trato de arrancarlos de mí, simplemente los asimilo y combino para integrarme más y de mejor forma a la energía cósmica, y es gracias a ella y al estar a sus pies que conocí la luz interna en mí, esa luz que había estado tanto tiempo apagada y que ahora brilla con mayor intensidad.
Tal vez en algún momento no pueda estar junto a ella, pero la luz que ilumina en mí siempre brillará aun en la más densa oscuridad, mi camino está ahí, a su servicio y veneración, pero si el camino se parte súbitamente siempre vivirá ella en mí y yo en ella a través de nuestro nexo espiritual.
Gracias Diosa Jaguar, por siempre suyo
cachorro {JG}
No hay comentarios:
Publicar un comentario